Manuel Gómez
Vladimir Ilich Ulianov, mejor conocido como Lenin, revolucionario y líder del Partido Obrero Socialdemócrata, nació en 1870 en Simbirsk, Rusia. Se convirtió en la figura clave de la Revolución Rusa de 1917, que llevó al derrocamiento del régimen zarista y al establecimiento del primer Estado socialista del mundo. Lenin es para muchos el revolucionario más importante, pues fue capaz de encabezar la lucha política del pueblo pobre de Rusia y llevarlo al poder, estudiando, analizando y aplicando a profundidad la teoría del genio alemán Carlos Marx. La obra de Marx sigue siendo hasta nuestros días la herramienta más importante con que cuentan los obreros del mundo para liberarse del yugo capitalista.
A través de los años, la historia de la sociedad ha experimentado distintos sistemas económicos pero en todos y cada uno de ellos, salvo la comunidad primitiva, han sido siempre los explotados del mundo los que han llevado la peor parte.
Primero, el esclavismo: el sistema esclavista es una forma de organización social y económica en la que las personas son propiedad de otras y son forzadas a trabajar sin remuneración. En este sistema, los esclavos son considerados legalmente como propiedad de sus dueños, los amos, quienes tienen control total sobre sus vidas, trabajo y libertad. Uno de los períodos más infames de esclavitud fue el comercio transatlántico de esclavos que tuvo lugar entre los siglos XVI y XIX. Millones de africanos fueron capturados y vendidos como esclavos a las Américas para trabajar en plantaciones de azúcar, algodón y tabaco, entre otros trabajos forzados. Después de siglos el hartazgo de los esclavos hizo que se revelaran, desquebrajándose la base económica que sostenía al régimen hasta que llegó a su fin el esclavismo.
Segundo, el feudalismo: un sistema donde en apariencia el siervo de la gleba (como se le conocía en esta sociedad) era libre, el señor feudal le daba un pedazo de tierra dentro de su gran latifundio a cambio de su trabajo, también el siervo debía darle una buena parte de lo que producía en la tierra que se le asignaba. Fue otro sistema económico ferozmente esclavizante y de nulo beneficio para el siervo. Este sistema también tuvo que desaparecer ante el embate de las clases sometidas que fueron encabezadas por la naciente burguesía.
Tercero, el capitalismo: el sistema económico en el que nos encontramos actualmente y que, a decir de sus precursores, sería el modelo que provocaría ese cambio profundo en la vida de las masas empobrecidas. ¿Qué ha sucedido? El capitalismo avanzó y se desarrolló en países como Inglaterra, Francia, Alemania y en la mayoría de países del mundo, incluido México, siendo Estados Unidos el principal capitalista e imperialista de nuestra época. El resultado de este sistema económico ha sido el enriquecimiento de un puñado de multimillonarios a costa del empobrecimiento brutal de las clases trabajadoras, con salarios de hambre y jornadas extenuantes que tiene al actual sistema en crisis. Desde que tomó el poder la burguesía se han generado distintos movimientos sociales revolucionarios como lo fue la Comuna de París (1871), entre otros.
Es por todo lo anterior que tiene mucha importancia lo hecho por Lenin y los obreros rusos. En 1917, irrumpe en la historia el movimiento de los trabajadores rusos liderados por Lenin de tal forma que tomaron el poder político en favor de los trabajadores y dieron un vuelco importante en la lucha proletaria, gracias a la participación decidida de los obreros, en la Rusia zarista se produjo un cambio social en favor de los más desprotegidos. Lenin fue una figura de gran importancia para los obreros y trabajadores en Rusia y en todo el mundo. Su liderazgo en la Revolución Rusa y la creación del primer Estado socialista tuvieron un impacto significativo en la lucha por los derechos de los trabajadores y el movimiento obrero internacional. Lenin abogaba por la emancipación de la clase obrera y la abolición del sistema capitalista, que consideraba explotador y opresivo. A través de sus escritos y discursos, inspiró a los trabajadores del mundo a unirse en la lucha por la equidad, la justicia social y mejores condiciones laborales.
Bajo el gobierno de Lenin, se implementaron políticas que beneficiaron directamente a los obreros, como la jornada laboral de ocho horas, salarios más equitativos, educación y atención médica gratuitas, y la protección de los derechos de los trabajadores. Lenin creía firmemente en el poder de la clase obrera para transformar la sociedad y sentó las bases para la construcción de un sistema basado en la propiedad colectiva de los medios de producción. Para muchos obreros y trabajadores en ese momento, y todavía hoy en día, Lenin representa un símbolo de resistencia, solidaridad y lucha por la justicia social. Su legado ha influido en movimientos obreros y sindicales en todo el mundo, sirviendo como inspiración para aquéllos que buscan un cambio real hacia una sociedad más equitativa y justa.
En suma, Lenin es una figura crucial en la historia de la lucha obrera, cuyo impacto y legado siguen siendo relevantes para los trabajadores y activistas en la actualidad. El pasado 24 de enero se cumplieron cien años de su muerte, pero su legado y las enseñanzas que dejó al proletariado siguen vigentes, nos enseñó que educarnos y organizarnos en un partido auténticamente revolucionario son cuestiones muy importantes para poder enfrentar la lucha en contra del actual sistema explotador y cambiarlo por uno nuevo modelo económico que sí represente a las mayorías empobrecidas, la tarea no es fácil, pero es posible, justa y necesaria.