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Influencia sindical extranjera

El charrismo morenista al servicio del sindicalismo gringo

Una investigación periodística

 

(3ª y última parte)

 

Francisco Roca

 

La Red de Asistencia para Trabajadores, Internacional Lawyers Assisting Workers Network (Red ILAW) fundada en 2018, es actualmente un proyecto del Centro de Solidaridad, una organización con sede en Estados Unidos afiliada a la AFL-CIO con influencia en todo el mundo, quien fundó la Liga Sindical Obrera Mexicana (LSOM). Mientras la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), que a su vez es una escisión de la burocracia sindical de la CTM, fue el primer y más cercano socio de la AFL-CIO desde que el imperialismo estadounidense cambió su estrategia en México en 1997, pasando de respaldar a la cada vez más desacreditada CTM a establecer una nueva burocracia más estrechamente controlada por Estados Unidos. En palabras del New York Times de entonces, el jefe de la AFL-CIO, John Sweeney, y el Gobierno de Clinton esperaban cambiar el “fosilizado sistema sindical” al sur de la frontera.

En este sentido hoy vemos que el sindicato Unión de Trabajadores del Automóvil, United Auto Workers (UAW), que pertenece a la AFL-CIO, el 26 de septiembre de 2023, en la sede de VU Manufacturing en Troy, Michigan, proclamó su “solidaridad obrera internacional”. La burocracia de la UAW sacó partido de la difícil situación de los trabajadores mexicanos para darse un lavado de cara “internacionalista” y “militante” ante la creciente oposición a su fracasada “huelga stand-up”.

En medio de esta batalla contractual supuestamente “histórica” con las tres principales empresas automotrices de Estados Unidos (Ford, GM y Chrysler), la UAW no exigió que los fabricantes reabrieran la planta proveedora en Piedras Negras y contrataran a todos los trabajadores de VU Manufacturing incluyendo sus salarios retroactivos. Según el sitio de internet Labor Notes, algunos productos de Piedras Negras se están asignando a plantas de autopartes organizadas bajo la anuencia de la UAW en Adient, Magna y Yanfeng, en Estados Unidos.

Tanto el Sindicato Independiente de Trabajadoras y Trabajadores de la Industria Automotriz (SINTTIA) como la LSOM se están expandiendo a otros lugares de trabajo con el apoyo de “activistas” del Solidarity Center, incluso a través de un Centro Laboral recientemente establecido en Querétaro en asociación con la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA) y el sindicato de Mineros dirigido por Napoleón Gómez Urrutia, senador del partido gobernante Morena y socio desde hace mucho tiempo del sindicato United Steelworkers y la AFL-CIO.

Arturo Alcalde Justiniani, abogado mexicano, es miembro de la  International labor Rights Found y asesor laboral de varios sindicatos como el de la Universidad Autónoma Chapingo, el de Pilotos Aviadores (ASPA), el de Sobrecargos de Aviación (ASSA), del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), Banobras, Bancomext, Nafin, de la Universidad Iberoamericana y El Colegio de México, entre otros, y contribuyó en la formación del Observatorio Ciudadano de la Reforma Laboral que concentra a los  artífices de la reforma a la Ley Federal del Trabajo de 2019.

Alcalde Justiniani  pactó desde hace años con la AFL-CIO instrumentar la penetración ideológica en el Movimiento Obrero Mexicano,  lo realizó primero en alianza con al UNT, central que asesoró por muchos años pero que, ante la alternancia del gobierno mexicano, continuó su labor  primero con Susana Prieto Terrazas y después dejando el campo directamente a la AFL-CIO para que, por medio de la Red ILAW crearan en 2021 la Liga Sindical Obrera Mexicana a cargo de Pablo Franco Hernández. Asimismo impulsó también la creación,  en 2019, de la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT) encabezada por el viejo charro expriista ahora morenista, Napoleón Gómez Urrutia, organizaciones promovidas por el actual gobierno mexicano quien les otorgó su respectiva tomas de nota.

Planteadas así las cosas, podemos entonces comprender, por ejemplo, que los movimientos promovidos por Susana Prieto Terrazas en Tamaulipas, que provocaron el cierre de decenas de empresas, no tenían como objetivo esencial la mejora de las condiciones laborales de los obreros de las maquiladoras, como ella lo declaraba. El diario El Economista, el 19 de febrero de 2019, publicó lo siguiente: “Tras el conflicto laboral en Matamoros, 50 firmas desocuparon a 1,500 trabajadores y se prevé que habrá más despidos porque muchas se van a ir a otras plantas que tienen en México o el extranjero, las más importantes son: Joyson Safety Systems, Aptiv, Inteva Products, Autoliv, Trico Componentes, Cepillos de Matamoros, Edemsa, BDO México y Parker Industrial” afirmó Rosalinda Torres, nueva presidenta del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index) en esa ciudad”.

Por su parte, los movimientos encabezados por la LSOM tampoco han beneficiado plenamente a los trabajadores mexicanos, pues, por ejemplo, después de su incursión en la empresa VU Manufacturing , la empresa cerró. El diario El Sol de México del 9 de julio de 2023 publicó: “Fue un problema entre los sindicatos de la CTM y la Liga Sindical Obrero Mexicana (LSOM). Al final, la empresa Manufacturas VU en Piedras Negras logró lo que quería: no tener movimiento gremial a su interior; pero el precio fue muy alto, cerrará sus puertas en estos días y por ende, una fuente de empleo”.

Con el respaldo del gobierno morenista la LSOM ha participado en  conflictos laborales, por ejemplo, en el de Teklas Automotive México en Aguascalientes donde obtuvo la titularidad en enero del 2024; en Goodyear donde obtuvo la titularidad en mayo de 2023; en Delta Staff Manufacturing donde obtuvo la constancia de representatividad en enero del 2024; también firmó contrato colectivo de trabajo con la empresa 3M Purification de San Luis Potosí.

La AFL-CIO y el Gobierno estadunidense, en contubernio con el gobierno de la 4T, a través de los nuevos charros morenistas, busca alcanzar un doble objetivo: que el capital de la vigorosa industria automotriz se deslocalice, que regrese a Estado Unidos en beneficio de la sociedad estadunidense y, al mismo tiempo, tener el control ideológico y sindical del movimiento obrero mexicano.

En suma, las cúpulas sindicales de la Liga Sindical Obrera Mexicana (LSOM), el Sindicato Independiente de Trabajadoras y Trabajadores de la Industria Automotriz (SINTTIA), el Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores de Industrias y Servicios (SNITIS), la Federación de Sindicatos Independientes de las Industrias Automotriz, Autopartes, Aeroespacial y Neumáticos (FESIIAAAN), el Sindicato de Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM), la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), la Confederación Autónoma de Trabajadores de México (CATEM), la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT) y demás organizaciones obreras conducidas bajo la orientación laboral de personajes al servicio del capital como Arturo Alcalde Justiniani, Napoleón Gómez Urrutia, Pedro Haces Barba, Susana Prieto Terrazas o Pablo Franco Hernández, entre otros, son los nuevos charros del morenismo al servicio del sindicalismo gringo que representa la United Auto Workers (UAW), la Internacional Lawyers Assisting Workers Network (ILAW) y la poderosa American Federation of Labor and Congress of Industrial (AFL-CIO).

La incesante penetración ideológica del Gobierno norteamericano en la sociedad mexicana y, en particular, al seno del sindicalismo nacional a través de la AFL-CIO, hoy operando bajo el cobijo del T-MEC, resurge con mucha mayor fuerza. El mundo globalizado y la creciente lucha por definir el nuevo orden mundial entre la visión unipolar y la multipolar en el planeta, obliga al imperialismo norteamericano a acentuar el adoctrinamiento a los trabajadores asalariados de nuestro país con la añeja pero falsa idea de que socialismo es sinónimo de dictadura, totalitarismo, falta de libertad, pobreza y hambre; mientras que el capitalismo es sinónimo de democracia, libertad, desarrollo, progreso, altos salarios, que los capitalistas son sinceros, honrados y buenos chicos. ¡Mienten!

Los trabajadores mexicanos no debemos dejarnos engañar por el gobierno norteamericano ni por el gobierno morenista, debemos de estar conscientes del peligro que esto encierra; por el contrario, debemos informarnos, prepararnos, sacudirnos al viejo charrismo priista y al nuevo charrismo morenista, conformar sindicatos auténticos que en verdad defiendan los derechos de los trabajadores y, al mismo tiempo, debemos construir un partido político de los obreros de México, que se proponga cambiar este modelo capitalista explotador, por un nuevo modelo económico en favor de los trabajadores que distribuya de una manera equitativa la riqueza que los obreros producimos.

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