Nien Hsing: respuesta del Informador Obrero al medio digital Altiplano Transparente

Renata Aguilar

El pasado 22 de agosto publiqué en el Informador Obrero el artículo “Trabajadores de la mezclilla en México: explotación y terror en medio de extenuantes jornadas”, el cual recoge testimonios de trabajadores sobre las precarias condiciones laborales en la empresa Nien Hsing. Posteriormente, el 31 de agosto, el medio digital Altiplano Transparente publicó una nota con el título siguiente: Nien Shing Internacional, empresa que se consolida asegurando el futuro del trabajador. Al inicio de la nota se hace la siguiente acotación: “Presuntas quejas de supuestos trabajadores, cual Altiplano TRANSPARENTE tuvo acceso para afirmar o desmentir”.

Altiplano, a través de la nota señalada, hace un débil intento por defender a la empresa y “desmentir” los testimonios que en nuestro artículo aparecieron. El Informador Obrero, al ser un medio que se propone contribuir a la educación de los trabajadores y denunciar las injusticias que padecen, considera importante hacer algunos comentarios a la nota. Es importante señalar que no tenemos nada en contra de Altiplano, simplemente nos interesa hacer claridad sobre su “replica”, con el fin de que los trabajadores tengan conocimiento de nuestro apoyo, no lleguen a sentirse confundidos y tengan certeza sobre sus derechos laborales. A continuación puntualizo a manera de contestación los aspectos que me parece importante aclarar respecto a la nota.

  1. La empresa se llama Nien Hsing y no “Nien Shing” como la nota señala.
  2. La gran mayoría de los señalamientos expuestos en nuestro artículo ni siquiera son mencionados por Bien dice el dicho que “el silencio otorga”. En consecuencia, podríamos decir que al no abordarlos los confirman. No dicen nada sobre: 1) la violencia de los supervisores taiwaneses, en particular los golpes en las manos; 2) el escalafón racial que imponen; 3) la sobreexplotación de trabajadores nicaragüenses e indonesios que carecen de documentos que los protejan en nuestro país; 4) las amenazas de la empresa; 5) la lucha de clases. Detengámonos aquí y pasemos a lo que sí intentan decir, pero dicen mal.
  • En nuestro artículo señalamos que es habitual que los supervisores griten a los trabajadores e incluso que han llegado a violentarlos. Altiplano, en cambio, afirma: “trabajadores de las distintas áreas aseguran que para que un trabajador mexicano sea humillado es difícil, ya que exigen respeto, y los extranjeros deben alinearse para hacer un buen ambiente laboral. Sobre todo, las de limpieza que no son tan dejadas”.

Ahora bien, no sabemos que entiende Altiplano por humillación. Para nosotros, que a un trabajador le griten, lo llamen basura o incluso lo golpeen en las manos no solo es humillación: es violencia. Y esa violencia constituye una violación a los derechos laborales a un ambiente sano y seguro, y, en un plano más amplio, a los derechos humanos.

Respecto a la afirmación de que “los extranjeros deben alinearse”: en teoría coincidimos, –deberían-, pero la realidad muestra otra cosa, no lo hacen. También es cierto que hay trabajadores que “exigen respeto”, sin embargo, cuando reclaman respeto por su persona y por sus derechos laborales, la empresa opta por despedirlos en lugar de mejorar las condiciones de trabajo.

En cuanto a la observación sobre las trabajadoras de limpieza que “no son tan dejadas”, fíjese en el matiz del “tan”: el medio termina por confirmar que las trabajadoras “no tienen de otra” que “dejarse” gritar, aunque no sean “tan dejadas”. El “tan” quizá haga referencia a que ellas solo han soportado gritos, pero no golpes en las manos. Como sea, el hecho es que la empresa ejerce violencia.

  1. Altiplano cita el testimonio de Laura sobre la multa de 500 pesos y responde: “Tal información desmentida, ya que no precisamente es una cantidad fuerte”.

En realidad, el medio no desmiente nada, por el contrario, reconoce la afirmación al aceptar la existencia del descuento y se limita a juzgar si es o no una “cantidad fuerte”. Pero ¿con base en qué lo determina? Para la empresa, cuyos ingresos se cuentan en millones de dólares, 500 pesos no significan nada. Pero para un trabajador que gana 272 pesos, esa cantidad representa casi dos días de salario. ¿No es eso desproporcionado? Más que un descuento, se trata de una ofensa, un golpe al ingreso y dignidad del trabajador, es una ilegalidad.

Y el medio sigue: “Claro que duele el bolsillo, pero jamás es desproporcionado, debemos entender que tenemos responsabilidades y que afecta a la producción de la empresa y a nuestra vida económica, pidamos permiso o no afecta el bolsillo y es legal esto, empresa pierde y nosotros también”.

¡Increíble! Me parece haber oído eso antes en boca de… ¡sí! ¡De los patrones! Sobre lo de si es desproporcionado o no ya algo dijimos. La frase “duele el bolsillo” finalmente contradice su afirmación “no es una cantidad fuerte”; puesto que si no fuera una cantidad fuerte el bolsillo no dolería. Vayamos ahora a lo de si es legal. ¿Es legal? ¡Por supuesto que no! Hay que tener un desconocimiento amplio sobre derechos laborales para escribir algo así.

La Ley Federal del Trabajo (LFT) en su capítulo VII Normas protectoras y privilegios del salario establece, entre otros, los siguientes artículos:

  • Artículo 99.- El derecho a percibir el salario es irrenunciable.
  • Artículo 107.- Está prohibida la imposición de multas a los trabajadores, cualquiera que sea su causa o concepto.
  • Artículo 110.- Los descuentos en los salarios de los trabajadores, están prohibidos salvo en los casos y con los requisitos siguientes:

El artículo 110 contiene siete fracciones que precisan los supuestos excepcionales; en ninguna de ellas se autoriza aplicar multas o descuentos por una falta justificada. Además, por el hecho de estar prohibido, el trabajador puede promover una demanda legal contra la empresa, la cual puede ser sancionada, de acuerdo con el artículo 1002 de la LFT, a una multa por el equivalente de 50 a 5000 veces la Unidad de Actualización y Medida (UMA). Es decir, teniendo la UMA un valor de 113.14 pesos la multa puede ir de 5 mil 657 pesos a 565 mil 700 pesos.

Invitamos al autor de la nota de Altiplano Transparente a consultar con detenimiento la LFT. Seguramente le servirá para conocer también sus derechos laborales.

  1. El medio de comunicación, tras supuestamente entrevistar a un trabajador recogió el testimonio siguiente: “el único lugar con más ruido es Tejido, pero nos proporcionan tapones certificados”. Respecto a este testimonio cabe señalar:
  • El trabajador admite que en Tejido hay “más ruido”, lo cual no desmiente que exista un nivel excesivo de ruido en esa área ni en otras de la fábrica.
  • En cuánto a la afirmación sobre los “tapones certificados” los trabajadores aseguran que no les ayudan en lo más mínimo.
  • Agregamos que algunos obreros desconocen que la pérdida de audición que sufren esté vinculada al tiempo trabajado en la fábrica y algunos, de manera errónea, lo atribuyen únicamente a la edad.
  1. Altiplano Transparente cita el testimonio de Verónica, quien expresó su temor a denunciar y comenta: “si es existe esta persona el medio de la red social ya expuso su nombre y afectará sin duda su situación laboral o bien es solo un nombre ficticio para desacreditar”.

La frase “afectará sin duda su situación laboral” confirma, sin proponérselo, que la empresa reprime a quienes se atreven a denunciar las pésimas condiciones de trabajo. Con ello, el propio medio reconoce que existe un temor real y fundado entre los obreros para exigir lo que por derecho les corresponde: mejores condiciones laborales. En cuanto a la insinuación de que es un nombre ficticio para desacreditar, baste decir que el descrédito es lo mínimo que merece una empresa que impone tales condiciones de explotación.

  • Altiplano reconoce que existía un sindicato muy corrupto, pero sostiene que ahora hay uno nuevo que “entró para mejorar todos los apoyos a los trabajadores…” y termina distinguiendo a “Nien Shing” como una empresa que se ha mantenido a flote y ahí termina su argumento.

Al respecto baste decir dos cosas:

El sindicato actual ha dado muestras de estar en poca o nula disposición para apoyar la defensa de los derechos de los trabajadores, esto quedó evidenciado cuando los obreros se inconformaron por la poca cantidad (mil pesos) que la empresa les dio de utilidades y el sindicato optó por la pasividad, pudiendo haber negociado con la empresa mejores utilidades. Esto sin abordar las gestiones que deberían estar haciendo, por ejemplo, para mejorar el transporte, implementar la ley silla o los equipos de seguridad que son demandas legítimas de los trabajadores.

Los trabajadores afirman que lo único que ha hecho el nuevo sindicato es anunciar, incluso en sus redes sociales, que organizará una gran fiesta de posada “como nunca la han tenido”. Esto no es más que dar atole con el dedo. Los trabajadores ya no quieren pan y circo: quieren mejores condiciones laborales, algo que la empresa sigue sin atender.

Por lo visto hasta aquí, queda claro que Altiplano Transparente no desmintió, sino que confirmó lo que describimos en nuestro artículo. Incluso podríamos llegar a la conclusión que la nota de Altiplano fue pagada por la empresa y el sindicato, para defenderse, pero no seremos mal pensados y solo afirmaremos que el redactor tiene una deficiente comprensión lectora, así como una mala redacción.

El Informador Obrero, por su parte, está comprometido con la defensa de los trabajadores y de sus derechos laborales, así como por su educación política. Por ello, es por lo que creímos conveniente contestar a la nota de Altiplano, porque es necesario que los trabajadores tengan claro que El Informador Obrero es un medio en quien pueden confiar y que siempre les hablará con claridad sobre sus derechos laborales.

El Informador Obrero es un medio que está presente en todo el país, que tiene más de diez años dándole voz a los trabajadores y en este camino nos hemos convencido de que necesitamos estar unidos para denunciar los abusos que cometen las empresas, pero que muchas veces por temor y porque los trabajadores no cuentan con los medios para hacerlo, guardan silencio. Adelante compañeros trabajadores, extendemos nuestra mano solidaria: alcemos la voz y denunciemos.

 

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