Ernesto Acolmixtli
Mayo y junio fueron los meses del reparto de utilidades para los trabajadores mexicanos. Pero ¿cómo les fue a los obreros en 2024? Mal, muy mal. Fue un año muy malo para los trabajadores. No obstante que trabajan como negros todo el año y los patrones venden muy bien los productos y se hacen más ricos cada día. “Pues ni modo, fue un año malo” dicen los patrones, “nos fue muy mal y tenemos perdidas, no pidan utilidades”. Esto lo hemos oído durante años y años, siempre pierden las empresas, según los patrones.
Las utilidades son la ganancia total, neta, que deja una empresa durante un año de trabajo después de vender las mercancías que producen los obreros en las maquinas del patrón. O sea que las utilidades son pura ganancia, misma que producen fundamentalmente los trabajadores con su fuerza de trabajo, por eso tienen derecho a recibir parte de ellas. Ahora bien, no hay industria ni negocio que no obtenga ganancias, todas ganan, las empresas que no ganan cierran inmediatamente, mandan a la calle a todos y no dejan que se acumulen perdidas, los patrones no pierden su tiempo. Por eso, cuando los patrones nos dicen que tienen pérdidas están mintiendo, a veces hasta lloran para que les creamos, para que los obreros se compadezcan y no exijan utilidades o nos amenazan con cerrar la fábrica. Todo esto hacen y dicen los patrones, pero mienten, siempre mienten, nadie pone un negocio para perder.
A los trabajadores nos corresponde el 10 por ciento de esas ganancias totales como utilidades o Participación de los Trabajadores en las Utilidades (PTU), según la Ley, pero muchas veces no nos toca nada, o nos toca “una baba de perico”, aun donde hay utilidades, los ricos le mochan a la cantidad real en acuerdo con los líderes charros, pero nunca nos dan completo, lo peor de todo es que los gobiernos de todos los partidos y los patrones se ha puesto de acuerdo para desaparecer este derecho.
La verdad es que las utilidades han pasado a ser una ilusión del derecho obrero en las últimas décadas con los gobiernos neoliberales del PRI, PAN y MORENA, pues todos estos partidos son lo mismo, solo son grupos distintos de políticos que sirven a los grandes capitalistas desde el poder. Hagamos un poco de historia.
Primero. Desde 1968 cuando se integró a la Ley Federal del Trabajo el derecho a reparto de utilidades, hasta el año 2012, los líderes charros y corruptos se encargaban de ponerse de acuerdo con los patrones para disminuir las utilidades de los trabajadores a cambio de sumas de dinero que recibían por calmar a los obreros o por reprimir a los inconformes; las empresas elaboraban una doble contabilidad para ocultar las ganancias reales y declaraban con una contabilidad falsa que era aceptada por las autoridades también corruptas. Décadas del charrísimo tradicional y de corrupción gubernamental, fueron el instrumento patronal más eficaz para no repartir utilidades.
Segundo. En el gobierno de Felipe Calderón, los empresarios y los políticos del PRI y del PAN fueron más a fondo y legalizaron la subcontratación, la famosa outsourcing cuyo objetivo central era favorecer al capitalista poniendo un intermediario entre la empresa beneficiada y los trabajadores, para que el obrero, pagado por la intermediadora o outsourcing, no tocara las utilidades de la empresa principal y recibiera pocas utilidades o nada de la empresa intermediaria, así funcionó con eficacia también desde el 2012 hasta la llegada de MORENA.
Tercero. Cuando Andrés Manuel López Obrador ya como presidente, firmó el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), aceptó el Capítulo Laboral que le impuso el imperio y que entró en vigor el 1 de julio de 2020, aplicó aquí descaradamente su política antiobrera y obedeció a los estadounidenses ocultando el outsourcing, porque en Estados Unidos no es legal ese sistema de laboral. Esto perjudicaba a los empresarios mexicanos por lo que AMLO acordó con los patrones mexicanos reformar la Ley Federal del Trabajo para maquillar la subcontratación, pero a cambio, para mantener sus ganancias altas, les ofreció reducir el derecho de las utilidades de los trabajadores, estableciendo en la Ley un monto máximo de tres meses como pago de utilidades, favoreciendo claramente a los empresarios más ricos y asestando un duro golpe a los trabajadores mexicanos, que de por sí ya recibían pocas utilidades. Ni más ni menos. Todos los legisladores de la cuarta transformación, el Presidente de México, los empresarios y el nuevo charrísimo morenista castraron legalmente este derecho que tenía 62 años vigente.
Hoy muchos obreros de la gran industria que recibían una cantidad buena de utilidades, como los mineros, los obreros de la industria metalúrgica, automotriz y otros, son más pobres, gracias a la traición de AMLO y sus secuaces.
Curiosamente el año pasado fue un año regular de utilidades, pero se debió a que se anunció y aplicó la reducción legal de los días del pago de utilidades y AMLO, sirviendo a los poderosos del dinero, necesitaba calmar a los obreros, y en acuerdo con los patrones, les “exigió” algo de utilidades para los obreros en 2023. Pero 2024 fue un pésimo año, no solo porque ya está consolidada la reforma al pago del PTU y los obreros ni se acuerdan de la reforma, sino también porque AMLO necesitó el apoyo de los empresarios en las elecciones para imponer a Claudia Sheinbaum en la Presidencia de la República y les ofreció que, si lo apoyaban, no habría exigencia del gobierno en el reparto de utilidades, los protegería y tampoco haría investigaciones hacendarias si no daban utilidades. Y así sucedió.
En consecuencia, este 2024, miles de empresas se declararon con pérdidas o sin ganancia, afectando a millones de obreros que no recibieron utilidades. Y otra vez con llanto en los ojos, los patrones pidieron comprensión a los trabajadores para no entregar pago de utilidades debido a las “pérdidas” que sufrieron sus fábricas, y otra vez, con apoyo de la 4T, millones de obreros no recibieron utilidades. Se repite la historia.
Solo unos pocos empleados protestaron y lograron algo, pero la mayoría fueron ignorados, reprimidos o despedidos, como en el caso de Soriana, la poderosísima empresa internacional, que dijo no tener ganancias y entregó como utilidades 300 pesos por empleado, burlándose de ellos y corriendo a los trabajadores valientes que protestaron públicamente.
Todos los patrones mienten, todas las empresas ganan, todos los gobiernos y partidos apoyan al capitalista porque comparten intereses. Los obreros debemos tomar conciencia de esto, entender que no es solo nuestro patrón abusivo e injusto, sino todo el sistema económico el que nos oprime; y por ello debemos entender que necesitamos organizarnos y educarnos políticamente, para formar un verdadero partido obrero, que encabece la lucha por resolver los grandes problemas de los trabajadores como las utilidades, pero fundamentalmente, la explotación en México.