Nelson Kamo
Últimamente mucho se ha hablado sobre el éxito que ha tenido el Partido Comunista Chino (PCCH) en la economía de China. He aquí algunos antecedentes para entender mejor su historia.
El PCCh se fundó en 1921 con apoyo soviético por Chen Duxiu siendo su primer Presidente y Secretario General. En la fuente electrónica www.elhistoriador.com.ar encontré el siguiente texto: “Entre 1925 y 1927 se había desarrollado en China un proceso revolucionario que terminó con la masacre del movimiento obrero dirigido por el recién nacido Partido Comunista, a manos del ejército chino conducido por Chiang Kai-shek, resultando cerca de 40.000 sindicalistas asesinados.
La persecución desatada contra militantes comunistas en las ciudades también se desató sobre intelectuales y estudiantes, y, en el campo, contra el movimiento campesino. Aquí, un joven dirigente del Partido Comunista, llamado Mao Tse–Tung, se refugió en las montañas de la provincia de Hunan, formando una base revolucionaria. Considerados «bandidos comunistas», estos grupos soportaron la política de «cerco y aniquilamiento» del gobierno. Ante tal peligro, el 19 de octubre de 1934, miles de hombres que habían formado un gobierno paralelo comunista desde la base de Kiangsi, al sudeste del país, comenzaron la «Larga Marcha», la gran epopeya de la Revolución China.
Durante un año, más de cien mil hombres, mujeres y niños, recorrieron a pie 12.000 km hasta alcanzar el norte del país, debiendo franquear 18 cadenas montañosas (cinco de las cuales están cubiertas de nieves eternas) y 24 corrientes de agua importantes. Al final del recorrido, sólo 20 mil de los viajeros iniciales, lograron alcanzar la retirada estratégica que permitió la supervivencia de lo esencial del ejército rojo y del Partido Comunista. Enormes desafíos deberían enfrentar todavía los revolucionarios chinos hasta el día de la proclamación de la República Popular China, el 1º de octubre de 1949, y aún después de la victoria. La larga marcha había enseñado a Mao la necesidad de la modestia, la sencillez y la dura lucha de los militantes comunistas”.
A lo anterior agrego que en esta travesía el ejército rojo libró más de 600 batallas, cruzaron más de 100 ríos, marchaban en promedio 50 km diarios, esta fue sin duda una gran hazaña de mucho sacrificio y entrega a su patria y a la lucha revolucionaria para librase de la opresión y la explotación de las clases poderosas. En estas jornadas combativas las masas trabajadoras se templaron y se capacitaron para tomar el poder de su país y conservarlo pese a todas las adversidades. Con el triunfo de la revolución China el imperialismo y la burguesía mundial tembló y se asustó ante el avance del comunismo en China (pues para entonces Rusia ya había hecho su revolución en 1917), de esta manera, después de la Segunda Guerra Mundial, China se convierte en un Estado socialista gobernado por el PCCH desde el 1 de octubre de 1949, terminando así con las monarquías hereditarias.
Actualmente, bajo un nuevo modelo económico, se construye una economía con un rápido crecimiento lo que le ha permitido ser la segunda potencia mundial sacando de la pobreza a más de cien millones de pobres al año. Para las clases explotadas de todos los sectores llámense campesinos, obreros u otros grupos que sufren las injusticias del sistema capitalista, China y Rusia son un ejemplo de como el marxismo leninismo transforma el mundo, pues la obra de Marx y de Lenin es la luz que necesita la masa explotada para librarse de la opresión de los poderosos. Se sabe que el PCCH se ha guiado por el sendero y teoría marxista leninista y ha alcanzado un gobierno al servicio del pueblo y un desarrollo exitoso.
El proletariado tiene la tarea de construir un mundo mejor, ya lo dijo Fidel Castro “un mundo mejor es posible”, para ello, los trabajadores deben educarse, organizarse y luchar; alzar la voz para que en nuestro país se instaure un socialismo a la mexicana en donde exista un gobierno del pueblo y para el pueblo. Emulemos a China.