Facundino Gómez
Se anunció con bombo y platillo la creación de una nueva super central de trabajadores en México
Como si fuera la gran solución a los problemas de los trabajadores, viejos líderes de casi todas las centrales obreras de México anunciaron la creación de una super central obrera, dizque para resolver los problemas de los trabajadores en México.
Solo basta ver los nombres de los “nuevos” líderes sindicales: Carlos Aceves del Olmo de la CTM, Napoleón Gómez Urrutia del sindicato minero, Francisco Hernández Juárez del sindicato de telefonistas, etc. ¿Qué tienen de nuevo esos “dirigentes” del movimiento obrero en México?, ¿formando una nueva central obrera se mejorará la vida de los trabajadores? No, nada de eso, las condiciones seguirán igual.
Los sujetos antes mencionados y otros que por economía de tiempo no menciono, son individuos sumamente ricos, bien acomodados con el gobierno, que no les hace falta absolutamente nada para vivir como un poderoso industrial.
A estos sujetos no les interesa en absoluto mejorar las condiciones de vida de los obreros, solamente les interesa mejorar sus propias condiciones de vida, acumular más y más dinero. Es lo único que les importa.
Lo que los trabajadores necesitan es, en primer lugar, organizarse, educarse para entender el significado de la fuerza social que representan para ponerla en movimiento en favor de sus intereses. Se necesitan líderes que salgan de las filas de los propios trabajadores, ellos pueden encabezar un movimiento verdadero, haciendo a un lado a esos líderes enlamados que sirven al gobierno y a los empresarios.
Estos charros deben ser reemplazados por líderes de las filas de los trabajadores. Cuando un obrero verdadero esté dirigiendo un auténtico sindicato, se siente en la mesa de negociación y luche por lo que a él mismo le duele, entonces el movimiento obrero tendrá un verdadero liderazgo. Urge pues que los trabajadores asuman su responsabilidad en este momento histórico en México.
No necesitamos nuevas centrales obreras, necesitamos una sola, pero que esté representada por los trabajadores mismos, eso necesita México.