México es un país con gran riqueza, pero su pueblo vive en la pobreza. ¿Cómo es esto posible? Somos uno de los principales destinos turísticos internacionales, líderes en manufacturas, poseemos gran diversidad de recursos naturales, mano de obra competitiva y exportamos a todo el mundo.
Esto es cierto si lo vemos de manera parcial, pero también existe la otra cara de México, la razón por la que somos un país en desarrollo y no un país desarrollado, decir que somos esencialmente pobres no es referirse a que la pobreza sea una cualidad intrínseca que nos defina como mexicanos, sino que la base de la población es esencialmente pobre (o muy pobre).
En este contexto, es crucial buscar medidas que ayuden no solo a que las personas salgan de la pobreza, sino que también sean útiles para mantenerse en un estado en el que no puedan regresar a ella y que, a corto plazo, se den las condiciones para que el país se desarrolle.
Identificar el problema es parte de la solución. Hay que mencionar que la pobreza no es únicamente un aspecto económico o que pueda medirse meramente por ingresos, se trata también de un tema social, de derechos. Para el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), la pobreza es multidimensional porque considera que las personas pueden presentar ciertas carencias, además del bienestar económico (ingresos).
Entonces, no nos dejemos engañar cuando escuchamos que se han destinado más recursos a programas sociales, esos recursos se otorgaron a costa de los derechos sociales de la población, porque de qué le sirve a una familia recibir un apoyo monetario si ahora tiene que comprar las medicinas que necesita por su cuenta porque el sistema de salud no cuenta con presupuesto.
Lamentablemente, dentro del grupo de personas que viven en condiciones de pobreza, hay quienes la padecen más que nadie y estas son las personas en situación de pobreza extrema, es decir, aquellos hogares que subsisten con ingresos muy por debajo del salario mínimo o que no cuentan con un ingreso fijo para el sustento familiar. Cuesta trabajo imaginar que una familia pueda vivir en condiciones mínimas deseables con tan poco, pero esta es la realidad de más de 46,8 millones de mexicanos que, según cifras oficiales, viven en la pobreza (datos 2024).
Es necesario que el gobierno en México se ponga a trabajar y garantice a las personas un mínimo de bienestar que los ayude a valerse por sí mismos y no depender de programas económicos asistenciales que solo son un paliativo momentáneo pero que no solucionan el problema de fondo; se tienen que tomar medidas y crear políticas en beneficio de los sectores más pobres, políticas serias y concretas que puedan servir para mantener el barco a flote; y ya, en el largo plazo, vigilar que estas políticas se reflejen en un mayor crecimiento económico y en menores índices de desigualdad.
Se tienen que atender las necesidades más apremiantes de la población mediante programas sociales que en verdad resuelvan los problemas de alimentación y salud, porque una persona que no se alimenta bien no puede trabajar, y si no puede trabajar tampoco puede pagar sus alimentos, ¿cierto? Las transferencias monetarias no son la solución y menos en un país donde la economía no es buena, de modo que en un tiempo determinado estos apoyos monetarios serán insostenibles.
Por ello es indispensable generar fuentes de empleo en el sector formal, una persona que trabaja en la informalidad no cuenta con seguridad social, los trabajadores informales difícilmente tienen acceso a una vivienda, a un seguro de gastos médicos mayores, carecen de una pensión, por tanto, es imperativo crear más fuentes de empleo formales y eliminar barreras para quienes deseen incorporarse a él.
Finalmente queda claro que en México hay mucho por hacer, como sociedad se tiene que exigir al gobierno en turno mejores condiciones de laborales y de vida, para que en un futuro la desigualdad se reduzca y exista una distribución más equitativa de la riqueza y no la miseria que actualmente sufre la inmensa mayoría de la población. Por ello considero que vale la pena dedicar nuestros esfuerzos en trabajar por quienes más lo necesitan y por el bien de nuestro país.