Erick García
En los últimos cinco años se han realizado el 40 por ciento de las reformas laborales de los últimos 28 años; sin embargo, “no han dado fruto de mejoría, prevalece la pobreza laboral y la informalidad laboral”, coincidieron especialistas al participar en el foro “Tendencias 2024, Laboral, Capital Humano y Seguridad Social”, en donde destacaron que iniciativas como la de pensiones solo obedece a los tiempos electorales que tendrá el país.
Existen dentro del Congreso de la Unión diversos temas laborales que permanecen en la agenda política y que para este año electoral “se vuelven muy atractivos” para los candidatos, de ahí las propuestas de elevar a rango constitucional que el incremento a los salarios mínimos no esté por debajo de la inflación, es una posibilidad, y en el caso de reformar las pensiones “no es el momento”, pero pude atraer a muchos electores. Nuestro país mantiene una cifra importante de trabajadores que requieren mayor participación en el mercado laboral, “se encuentran subocupados y demandan trabajar más de 8 horas, ahí la cifra casi alcanza a los 6.2 millones de trabajadores que sumados a quienes trabajan en la informalidad, 53% de la Población Ocupada, muestran que no ha habido cambios significativos en el mercado laboral”.
No debemos de perder de vista que gane quien gane en las elecciones presidenciales de este año, el salario mínimo no aumenta o disminuye, sino hasta el próximo año 2025, pero lo que sí puede realizar el ganador electoral es un plan eficaz que le permita defender a la clase trabajadora “que aumente el salario mínimo pero que no suban los productos de la canasta básica. Tomando en cuenta que el costo de una canasta básica alimentaria, durante septiembre del 2023 en zonas urbanas, creció 6.1 por ciento en comparación interanual, pasando de 2 mil 114 pesos mensuales por persona a 2 mil 243 pesos. En las regiones rurales, por su parte, el costo promedio de la alimentación básica fue de 1,721 pesos mensuales por persona, un 5.9 por ciento más que el mismo mes del año pasado (1,626 pesos). Esto implica que, actualmente, una familia de cinco integrantes en una zona rural necesita cerca de 6 mil 884 pesos cada mes sólo para costear la alimentación básica en nutrientes. Para la misma familia en una ciudad el costo asciende a 8 mil 972 pesos mensuales; esto significa que se requieren de 4 a 5 años más para poder erradicar la pobreza laboral, y que entonces a las personas les alcance con el salario mínimo para poder cubrir sus tres canastas alimentarias y no alimentarias. Esa sería la tendencia, 5 años más, lo que es prácticamente todo el siguiente sexenio”.
Regresando al asunto, como lo dije, existen iniciativas de reforma vinculadas a lo laboral en el Congreso de la Unión, “que van desde indemnizaciones, hasta accidentes de trabajo o licencias médicas”, que si bien, por el proceso electoral se verán detenidas; no se debe echar por la borda que sí o sí llegará el cambio en la reducción de la jornada laboral.
“Al sector empresarial le ha faltado estrategia y altura de miras en la discusión de la jornada laboral, porque se han limitado a encerrarse en una discusión de ‘es que se incrementa el costo’, ‘es que no podemos’, pero no ha habido un planteamiento más estratégico, por ejemplo, analizar el pago que se hace en México de horas extras que es el doble”.
Como podemos darnos cuenta, en estos momentos los problemas laborales que sufren cada uno de los trabajadores no son prioridad para el gobierno, sino que solo espera sacarle el máximo de jugo electoral posible, por tanto, los que tienen un empleo formal ha seguir esperando que caminen las iniciativas legislativas y los que se encuentran en la informalidad se ve todavía más lejana la salida, sin embargo, seguiré insistiendo a todos los obreros que debemos organizarnos para pasar de un polvo social a una roca dura que pueda asestar un golpe de conciencia a los patrones y gobierno para resolver los problemas laborales y conseguir así una justicia social verdadera.