Guillermina Tapia
Durante años hemos sido testigos del acelerado incremento de la violencia en México, diversas organizaciones y sectores concentran su lucha por visibilizar y combatir este flagelo social. Actualmente se reconoce la violencia vicaria en México como una de las muchas formas de violencia. ¿Qué es la violencia vicaria?, ¿a qué sector afecta?, ¿en qué afecta a la clase obrera en México?
Debemos entender el concepto violencia vicaria como una forma de violencia de género, particularmente en las relaciones de pareja; una violencia que se ejerce sobre la mujer a través de sus seres queridos, donde el agresor utiliza a los hijos o familiares de la víctima como instrumentos para causarle daño emocional o psicológico. Es una manera de someter y controlar a la víctima haciendo que su sufrimiento se amplifique a través del dolor que se le causa a los hijos o familiares de la víctima.
Este tipo de violencia puede manifestarse en distintas formas: a través de amenazas; maltrato y abuso físico o emocional hacia los hijos o familiares; manipulación del agresor sobre los seres queridos para aislar a la víctima; agresión sexual, económica o psicológica sobre los hijos; poner en peligro la integridad y salud de los seres queridos de la víctima, entre otras. De esta manera los hijos y familiares son instrumentalizados como objeto para maltratar y ocasionar dolor a sus madres.
La violencia vicaria es pues la acción u omisión cometida en contra de una mujer por la persona con la que tenga o haya tenido una relación de matrimonio, concubinato o relación de hecho, con la intención de causarle cualquier tipo de daño o sufrimiento, separarla de sus hijas e hijos y causar desapego en el vínculo materno-filial, utilizando la violencia. En este sentido, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia observa que, para que se presente este tipo de violencia, debe existir una relación de índole afectivo con la persona que separa a la mujer de sus hijos.
No obstante, el problema es más complejo. Sabemos de primera mano que la violencia no es exclusiva de mujeres y tampoco el tema de ocupar a los menores como arma de manipulación es exclusiva de hombres, de modo que el tema es más de protección de los infantes y, por tanto, a mi juicio, es un error la aplicación e implementación de esta ley en México sin tomar en consideración otros muchos factores. Si bien se contempló como delito en algunos estados de la república mexicana, solo abarca como cuestión de género, dejando en indefensión a los padres que son separados de sus hijos por manipulación de la madre, sobre todo dejando a los menores sin el vínculo paterno activo, en un estado de vulnerabilidad, siendo que en el fondo el derecho que debe protegerse es el del menor.
Si estudiamos más de fondo a quién afecta más la implementación de esta ley, veremos que tiene un mayor impacto entre los infantes, en su libre desarrollo y en la necesidad de contar con un vínculo paterno-filial.
El tema de la violencia vicaria, como cualquier tema de índole social, familiar, afecta sin duda a la clase obrera, ya que los trabajadores y las trabajadoras pertenecen a un sector vulnerable, sus largas jornadas y poca remuneración los deja en manos del violentometro no solo en cuestión personal sino laboral, por ejemplo, algunas empresas incluyen en su capacitación cómo prevenir la violencia vicaria, pero no incluyen, por ejemplo, planes de ataque a la violencia de género dentro de sus centros de trabajo.